Los hechos sucedieron en Los Ángeles y dejaron claro cómo opera el sistema en una situación como estas.

El auge de los taxis autónomos sigue creciendo en Estados Unidos y en ciudades como Austin, Phoenix, San Francisco y Los Ángeles ya es posible solicitar un servicio para que los autos dotados con esta tecnología transporten personas dentro de ciertas zonas donde su circulación ha sido autorizada.

Una de las compañías pioneras en este tipo de tecnología es Waymo, propiedad de Google y la cual tiene a disposición vehículos sumamente lujosos como el jaguar F-Pace, dotados de innumerables sensores y conectados a radares especializados que le permiten al auto manejarse y controlarse de forma autónoma.

De hecho, al mes, según la compañía, se realizan cientos de viajes sin incidentes, lo que le ayuda a consolidarse dentro de la industria y dentro del sector del transporte, confirmando que este tipo de servicio es seguro y fiable para quienes lo solicitan y para el entorno de las ciudades donde inicialmente está operando.

Según reportaron las autoridades, el hecho sucedió el pasado 4 de enero cuando un sujeto abordó el coche, pasó a la silla del conductor e intentó tomar el control del vehículo, razón por la que otro usuario de Waymo llamó al Departamento de Policía de Los Ángeles para alertas sobre lo que estaba sucediendo.

Lo que desconocía el intrépido hombre es que estos vehículos tienen sensores ubicados en la silla del conductor y alertan a la compañía sobre situaciones como estas en las que alguien intenta sentarse en este puesto, algo que está prohibido por cuestiones de seguridad.

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